Santa Rosa de Lima

Santa Rosa de Lima fue bautizada con el nombre de Isabel Flores de Oliva, nació en la ciudad de Lima en el año 1583. Su madre la comenzó a llamar Rosa desde su niñez al ver que la niña tenía un rostro sonrosado. Fue la primera mujer del continente americano en ser nombrada santa por la iglesia católica. Además, tiene el título de patrona de Perú y Filipinas. Para conocer más sobre su vida de santidad, sigue leyendo.

Primeros años

Desde sus primeros años de vida comenzó a realizar ayunos voluntarios tres veces al día cada semana y realizaba penitencias en secreto. Pues, quería seguir el modelo de Santa Catalina de Siena. Durante su infancia su compañero de juego era su hermano Hernando, de quien recibía todo el apoyo.

A los 12 años de edad sus padres deciden mudarse a Quives, una ciudad cercana a Lima. Lugar donde es confirmada por el actual Santo Toribio de Mogrovejo, con el nombre de Rosa. Aunque, muchas veces fue motivo de burla por sus amigos y compañero, pues era la única que llevaba ese nombre.

Sin embargo, a los 25 años de edad quiso que comenzaran a llamarla “Rosa de Santa María”. Se cree que al poco tiempo de mudarse al Quives comenzarían sus dolores reumáticos que padecía en silencio, pues por mucho tiempo se lo ocultó a su madre.

Su vida en Lima

Siendo una jovencita se muda a Lima. Pero, por problemas económicos debía trabajar en el huerto y coser para algunas familias de la ciudad. De tal manera de poder contribuir al sostenimiento de la familia.

Igualmente, observaba a su alrededor muchas familias peruanas que pasar por una situación precaria similar. Lo cual le permitió tomar conciencia de la humildad y la empatía por el dolor de las otras personas.

Durante su juventud rechazó a todos sus pretendientes. Incluso, llegó a cortarse el cabello para ningún hombre admirará su belleza. Rosa recibió diariamente la Sagrada Comunión y pasabas varias horas del día contemplando el Sagrado Sacramento. Siendo para la época una práctica extraña que generaba la oposición de familiares y amigos.

Voto de castidad

Durante su adolescencia hizo voto de castidad perpetua, lo cual produjo el enfado de sus padres quienes tenían planes de casarla. Pero, ella se reusó hasta que sus padres aceptaron la idea de que no contraería matrimonio y la apoyaron a seguir su vida espiritual.

En importante resaltar que Santa Rosa, siempre siguió el modelo de Santa Catalina de Siena que era dominica. Incluso, quiso entrar al convento de las dominicas, pero en la ciudad de Lima la orden no tenía sede.

Santa Rosa se muda fuera de Lima

Sus padres se mudan fuera de Lima para trabajar en la minería. Incluso, querían que Santa Rosa siguiera los Intereses de la familia y la llevan a las minas para que observar el procesamiento del oro. Pero, Santa Rosa de Lima se reúsa a tener algún interés por este mineral y expresa a su madre que el oro es la moneda que le otorga al mundo su perdición.

Un tiempo después la mina se derrumbó y la familia Flores de Oliva decide volver a Lima. Sin embargo, Rosa quería seguir su vida religiosa y quiso entrar al monasterio de Santa Clara. Pero, por no contaba con los recursos necesarios, ya que era muy pobre.

Por esta razón, decidió consagrarse al señor portando la vestidura de la orden dominica, el cual confeccionó con sus propias manos. Luego, construyó en su casa una cabaña donde pasaba largas horas meditando y haciendo autopenitencia.

La autopenitencia de Santa Rosa de Lima

Durante muy joven Santa Rosa de Lima comenzó hacer autopenitencia, porque renunció a la alimentación diaria. Solo consumía pan y agua, algunas veces jugos combinados con hierbas.

Con frecuencia se azotaba, incluso algunos historiadores establecen que en una ocasión trato de castigarse al ocasionarse casi cinco mil golpes en periodo de siete días. Pues, quería imitar la pasión de Jesucristo. Aunado a esto, llevaba en su cabeza una corona de espina para que la sangre le corríera por todas sus mejillas.

Además, como muestra de su generosidad atendía enfermos en su casa. Algunas damas que las conocían trataron de seguir su ejemplo, pues les causaba admiración. Se dice que en algunas oportunidades la Virgen María junto a su Ángel de la guarda se le apareció.

Santa Rosa y la defensa de Lima

Durante el año 1615 los días antes de las fiestas de Magdalena, algunos buques neerlandesa comenzaron atacar Lima. Al llegar la noticia a la ciudad causó el desespero de los ciudadanos, quienes comenzaron dispersarse para lugares alegados.

Sin embargo, Rosa se dirigió con un grupo de mujeres a la Iglesia del Santo Rosario donde permanecieron en oración por la salvación de Lima. Llegando a cortas sus vestidos para hacer unos hábitos. Argumentado que defendería el Sagrario con su propio cuerpo. Mientras, que las demás personas huían de la ciudad.

Misteriosamente el capitán de la flota murió en su embarcación y las neerlandesas tuvieron que retornar. De esta manera, el ataque fue fallido y muchas personas atribuían el milagro a Santa Rosa de Lima. Por esta razón, la consideran la patrona de Perú.

Últimos días de su vida

Los últimos tres meses de su vida estuvo enferma de tuberculosis. Fue cuidada por la esposa de Gonzalo de la Maza, que era un contador del virreinato. Años después en ese lugar es construido el Monasterio de Santa Rosa de Lima.

Murió el 24 de agosto de 1617, como lo había profetizado. El día de su entierro asistieron muchas personas que la aclamaban como Santa por su vida de sacrificio, nobleza y ejemplo.

Es importante resaltar, que sus restos se encuentran en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario donde es visitada por muchos devotos.

Devoción

En su casa ubicada en el centro de Lima fue construido en Santuario, que es visitado por miles de devotos. Quienes recorrer los patios, la habitación donde dormía y pasaba horas en oración. También, se encuentra un pozo de más de 20 metros de hondo donde los peregrinos lanzar escritos con sus deseos.

Sin duda, Santa Rosa de Lima llevó desde su niñez comenzó sus devoción por el Santísimo Sacramento y la Pasión de Cristo. Una mujer que desde muy joven se consagró al Señor a pesar de no poder asistir a un convento no contar con los recursos económicos. Pero, todos sus sacrificios y esfuerzo lograron su canonización y la convirtieron en la patrona de Perú.

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