¿Cómo se pueden tratar las infecciones íntimas bacterianas y fúngicas?

 

Las infecciones íntimas son un problema común entre las mujeres y son un motivo frecuente de consulta con un ginecólogo. Por lo general, la infección es de origen bacteriano o fúngico. El flujo vaginal típico ocurre durante una infección, pero también puede ser asintomático. Infórmese sobre las mejores formas de prevenir y tratar las infecciones íntimas.

Las causas de las infecciones íntimas

La microflora fisiológica, el epitelio vaginal y las hormonas sexuales femeninas constituyen una barrera natural que protege frente a infecciones y asegura el equilibrio en la zona íntima. El componente principal del microbioma del tracto reproductivo femenino son los lactobacilos. Las bacterias Lactobacillus junto con las células epiteliales producen ácido láctico, gracias al cual mantienen un ambiente ácido en la vagina. El microbioma también libera factores proinflamatorios e inhibe el crecimiento de microorganismos patógenos.

La infección íntima generalmente ocurre cuando las defensas naturales del cuerpo se debilitan. Los problemas hormonales, por ejemplo, durante la menopausia, los cambios en el pH del entorno vaginal durante la menstruación o el desequilibrio de la microflora del tracto genital después del tratamiento con antibióticos pueden aumentar el riesgo de desarrollar una infección. Las infecciones íntimas suelen afectar a mujeres sexualmente activas, especialmente cuando no utilizan anticonceptivos de barrera como el preservativo o cambian de pareja con frecuencia. La inflamación causada por hongos es más común en personas que tienen enfermedades inmunosupresoras, como el SIDA, o que toman inmunosupresores y medicamentos contra el cáncer. El estrés, el tabaquismo y la higiene personal excesiva o insuficiente también son factores de riesgo significativos.

Las infecciones íntimas pueden afectar a los niños. En las niñas antes de la pubertad, generalmente se desencadenan por una higiene insuficiente o como resultado de la irritación por cosméticos seleccionados incorrectamente y ropa interior demasiado ajustada.

Síntomas de infecciones íntimas

Las infecciones dentro del tracto genital a menudo son asintomáticas o causan pocas molestias. Sin embargo, no deben tomarse a la ligera, ya que si no se trata, la inflamación puede extenderse a otros órganos de la región pélvica. Los desequilibrios en el microbioma vaginal también aumentan el riesgo de infección por enfermedades de transmisión sexual, que tienen graves consecuencias para todo el cuerpo.

Vaginosis bacteriana

Un síntoma característico que puede indicar una vaginitis de origen bacteriano es la aparición de una secreción cremosa o gris del tracto genital. El flujo vaginal generalmente tiene un olor fétido a «pescado». Se acompañan de molestias o incluso dolor durante las relaciones sexuales, ardor e hinchazón.

Una mujer embarazada que desarrolla síntomas de una infección bacteriana íntima debe consultar a un médico lo antes posible. La vaginosis aumenta el riesgo de anomalías como parto prematuro, inflamación de las membranas y la placenta y endometritis posparto.

Candidiasis de la vulva y la vagina

La vaginitis fúngica y la vulvitis son causadas con mayor frecuencia por levaduras del género Cándida.

La candidiasis, o aftas, pueden presentarse de dos formas:

  • esporádico , es decir, sin complicaciones, que se resuelve después de un tratamiento exitoso;
  • recurrente, que se asocia con complicaciones y reaparece algún tiempo después de finalizar el tratamiento.

Los síntomas más comunes de la vaginosis fúngica incluyen: dolor, hinchazón y enrojecimiento de la mucosa vaginal y los labios. Se acompañan de picor y sensación de ardor en las zonas íntimas. Los síntomas pueden empeorar durante las relaciones sexuales y la micción. El flujo vaginal también ocurre en el curso de la candidiasis. Típico de las levaduras es una descarga inodora, grumosa y parecida a una casa de campo.

Diagnóstico y tratamiento de infecciones íntimas

Si nota algún síntoma molesto, consulte a un ginecólogo. Usar remedios caseros para aliviar los síntomas o tomar medicamentos de venta libre fuera de la supervisión médica puede retrasar el diagnóstico y el tratamiento efectivo. Los niños y las mujeres embarazadas con síntomas de infección íntima deben ser especialmente cuidados, ya que la enfermedad puede ser ligeramente diferente en ellos y tener consecuencias graves.

Habitualmente, los síntomas clínicos característicos permiten realizar el diagnóstico. La presencia de hongos o bacterias que causan la vaginosis puede confirmarse mediante un examen microscópico del flujo vaginal.

Los antibióticos juegan un papel clave en el tratamiento de la vaginosis bacteriana. El fármaco seleccionado debe ser eficaz contra los organismos causantes, incluida la Gardnerella vaginalis. Dependiendo de las capacidades y deseos de la paciente, el médico puede decidir tomar un antibiótico oral o vaginal en forma de glóbulos y tabletas.

El tratamiento de la candidiasis implica tomar medicamentos antimicóticos por vía tópica u oral. También se recomienda utilizar terapia profiláctica en la pareja enferma.

 

Leave a Reply